RUEDA
En
Ezequiel 10, el profeta nos describe una visión divina. Dice que debajo de
cuatro querubines, había cuatro ruedas, y que a estas reudas se les gritaba:
¡Rueda!
El
profeta está viendo una visión. Está viendo los querubines, y él ve que toda la
obra de Dios es una rueda dentro de otra. Y cuando se les grita: ¡Rueda! Una se
mueve, y las demás se acomodaban, unas para un lado, y otras para otro.
Las
circunstancias no son otra cosa que el círculo de situaciones que te rodea. Lo
que nosotros no logramos ver es cómo esa rueda de circunstancias va a funcionar
para nuestro bien, porque no somos capaces de ver una rueda dentro de otra
rueda.
En
el libro de Habacuc, el profeta lo que estaba viendo era a los babilonios, y a
los caldeos, oprimiendo al pueblo de Israel, pero Dios le estaba diciendo en
otras palabras que él estaba moviendo una rueda dentro de otra rueda. Cuando
esa gente se moviera, el plan de Dios se movería.
Cuando
te despidieron de tu trabajo, se activó una rueda. Lo que pasa es que tú estás
mirando la rueda de las circunstancias, y no estás mirando la rueda de lo que
Dios está haciendo en tu vida en medio de esa rueda de circunstancias.
Que
rueden los problemas, que rueden las dificultades, que ruede lo que tenga que
rodar, porque mientras rueda, Dios se encarga de hacer una obra dentro de la
obra. Eso es lo que tenemos que ver.
Pídele
al Señor que te muestre la rueda dentro de la rueda, que te muestre lo que él
está haciendo.
Dice
la palabra que mientras más oprimían al pueblo de Israel, más se multiplicaban.
El pueblo debía haberse fijado en la multiplicación, y no en la opresión. Si el
pueblo de Israel llegó a ser más, pudo haber derrotado a Egipto. Pero Dios los
tuvo que sacar.
Dios
no necesariamente multiplicó al pueblo de Israel para sacarlos de allí, sino
para que se quedaran con Egipto. Lo que pasa es que el pueblo de Israel nunca
vio la rueda dentro de la rueda.
El
pueblo de Israel debió haber visto lo que vio Egipto. Los egipcios se dieron
cuenta de que el pueblo de Israel se estaba multiplicando, y temían que se
rebelaran contra ellos. Y eso es lo que Dios quería: una rueda dentro de otra
rueda.
No
tengas miedo a que la rueda ruede. Pídele al Señor que te deje ver lo que él
está haciendo dentro de la rueda.
Cuando
tenías mucho, no sabías administrar. En medio de la crisis económica has
aprendido a estirar el dinero. Y como en lo poco eres fiel, Dios te va a poner
en lo mucho. No lo veas como que Dios te está oprimiendo, velo como que Dios te
está enseñando a administrar correctamente. No es más que una preparación para
las cosas que Dios te va a dar.
Si
pierdes el trabajo, grítale a esa rueda: ¡Rueda! Si se pierde la casa… ¡Rueda!
Si te dejan… ¡Rueda! Porque dentro de esas circunstancias hay algo que Dios
está haciendo, y tu fe te va a mostrar que en medio de la opresión Dios está
levantando a un pueblo fuerte.
Lo
que Dios está haciendo es más grande.
AUTOR: Pastor Otoniel Font