(1:3-8)
El apóstol Pablo comunica a los filipenses que da gracias a Dios por ellos
continuamente (1:3, 4).
Las frases “Siempre que me acuerdo”, “Siempre en todas mis oraciones”, expresan
que el agradecimiento de Pablo por la iglesia en Filipo era constante. Esa gratitud a Dios tenía varias bases.
La Primera: Era el total recuerdo que tenía el apóstol de ellos. Es decir, cada vez que los filipenses venían
a su memoria su corazón rebosaba de gratitud y gozo hacia Dios. Así que, rogaba por los filipenses en “todas
sus oraciones”, rogaba por ellos de manera persistente y ferviente. ¡Qué privilegio tenían los filipenses!. Sin embargo, era un privilegio que se habían
ganado. Es hermoso llevar gratitud y
gozo a los corazones de quienes nos aman.
(Escrito por Lic. Dorys Rocha de Perdomo)
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