MUJERES CON UN CARÁCTER DE ADORADORAS PARTE I

En el  salmo 15 el salmista comienza con una pregunta formulada directamente a Jehová.  "Quién habitará en tu tabernáculos?" El tabernáculo era el santuario portátil en el que moraba Dios entre los israelitas en el desierto.  Aun en los tiempos de la monarquía hasta el reinado de Salomón, el tabernáculo seguía siendo "la tienda del encuentro", la morada del Dios de Israel.


La segunda pregunta es muy similar a la primera, sólo que en este caso añade "monte santo".  el Monte Santo o "Monte Sión" era donde se encontraba el santuario en la ciudad de David.  El salmista deseaba saber cuál debía ser el carácter de una persona para poder habitar en el templo de Dios o en su monte santo.  Es decir, quería saber quién era la persona adecuada para adorarle y rendirle culto permanentemente.  Es de suma importancia recalcar que el carácter de Dios determinará el carácter de sus adoradores. Es por eso que la pregunta que hace el salmista no es simple, al contrario, es una pregunta muy seria, ya que tiene que ver con el carácter de un ciudadano de Sión.


Al igual que el salmista, nosotras podemos hacerle la misma pregunta al Señor diciéndole de esta manera:  Señor, Cómo puedo estar en tu presencia cada día, en cada momento de mi vida?; Cómo puedo ofrecerte la adoración que mi ser quiere darte?  Cada día debiéramos hacernos estas preguntas, ya que Dios espera que nosotras reflejemos su carácter santo.


En la actualidad, sabemos y creemos que nuestro cuerpo es el "tabernáculo" o "templo" donde mora el mismo Señor.  En los versos siguientes, David presenta la respuesta a sus inquietudes en un listado de diez características que requiere el que desea morar en el santuario de Dios.