martes, 6 de diciembre de 2011

PALABRAS DE VIDA Y NO DE MUERTE PARTE II

Todos podemos ser "Presa" del enojo, orgullo, envidia, venganza, auto justificación  amargura, egoísmo, miedo e incredulidad.  Es por esa razón que debemos ayudar al caído con palabras de fe, esperanza y amor, para que el que cometa un error pueda corregirlo, darle la gloria a Dios y basado en su propia experiencia pueda ayudar a otros.

Es por eso que decimos que al hablar redentivamente significa abrirle paso a esa restauración que proviene de Dios.

Las relaciones con el prójimo no nos pertenecen a nosotros sino a Dios.  Cuando comenzamos a tener este enfoque en la relación con nuestros semejantes, entonces empezamos a percibir una gran necesidad de restauración.

PASOS PARA HABLAR REDENTIVAMENTE:

1.- Hablar redentivamente significa hacerlo con humildad y mansedumbre, de acuerdo a Gàlatas 6:1  La mansedumbre debería ser nuestra reacción ante una hermana o hermano en Cristo (o aún cuando no lo son) enredados en el pecado.  Deberíamos responder con la misma gracia que recibimos de Dios.  Nuestra comunicación debe fluir de tal forma que atraigamos a la gente a la esperanza que hay en Cristo.

Como cuando el Señor Jesús nos llamo a la cruz del calvario con amor, paz y perdón de nuestros pecados.  Hermanas cuantas de nosotras cuando nuestros esposos o hijos hacen algo que nos molesta reaccionamos con palabras de ira y no de amor.

2.- Hablar redentivamente significa centrado en nuestro prójimo y enfocado en la comunicación con nuestros semejantes en Gàlatas 6:2  con estas palabras ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, Pablo mira más allá del bienestar, éxito y comodidad de uno mismo, sino de velar por las luchas de nuestro prójimo, llevando su carga y compartiendo sus desalientos.

Nuestro Señor Jesús vino a dar vista a los ciegos, libertad a los cautivos, a sanar a los enfermos, etc.  El no vino a pensar en si mismo.

3.- Hablar redentivamente comienza por reconocer la batalla interna

Gàlatas 5:16-17
Digo pues:  Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.  Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sì, para que no hagáis lo que quisiereis.

Como vemos nos dice que TODOS batallamos con deseos pecaminosos.  Cuando algo pasa, la primera reacción es culpar a otros para liberarnos de nuestra responsabilidad.

4.- Hablar redentivamente significa rechazar mis comentarios a todo aquello que sea contrario a lo que el Espíritu Santo está buscando producir en mì y en otros de acuerdo a Gàlatas 5:16-18.  Como cristianos, lo más importante es la culminación de la obra de Dios tanto en uno mismo como en otros.  Nunca deberíamos ser un obstáculo de la obra divino que se lleva a cabo en esos breves instantes de la vida.  Es en esos momentos cuando Dios lleva a cabo su obra de santificación.

Y ahí, mi responsabilidad como cristiano es ser un instrumento útil en sus manos.  Cuando hablamos conforme a los deseos pecaminosos, nos estamos comunicando en una manera que es contraria a lo que el Espíritu Santo busca producir tanto en mì como en los demás.


5.- Hablar redentivamente significa que cada paso que damos refleja que el Espíritu Santo mora en nosotros.

En Gàlatas 5:22-25 dice que el Espíritu está trabajando para producir en nosotros amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio.

Vivir conforme al Espíritu significa tener el compromiso de hablar de tal forma que se vea la obra que el Espíritu está haciendo en mì y que estimule esa misma obra en otros.

En Proverbios 10:20 dice:  "Plata escogida es la lengua del justo".
Hemos de mirar las situaciones difíciles de la vida como ocasiones dadas por la gracia de Dios y por su soberanía para producir este fruto maduro en nosotros.  Los problemas no son obstáculos sino oportunidades para que el fruto del Espíritu Santo se desarrolle en nuestro interior.


OREMOS:

Señor Jesús toma nuestros sentimientos, pensamientos y en especial nuestra lengua para que sea un instrumento útil en tus manos.  

Permitenos hablar conforme a la Sana Doctrina    /       Tito "2:1"
A Las Mujeres a mar a nuestros maridos y a nuestros hijos    / Tito "2:4"
A ser prudentes, castas, cuidadosas de casa, buenas, sujetas a nuestros maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada    / Tito "2:5"
Perseverando en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, serenidad   / Tito "2:7"
Hablando palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de nosotros.  / Tito "2:8"


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