RETOS EN LA VIDA

TIENES UN RETO EN TU VIDA?

Colosenses 3:17    “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.”

Recientemente el Señor puso en mi camino a una mujer  que era orgullosa y vanidosa, pero  se llamaba asimisma Cristiana. Cómo es posible? Su altivez, su temperamento tan inestable, no puedo entender.  Ella ciertamente no había sido transformada en su totalidad por la sangre de Cristo.  Ella no es “Diferente”, no es paciente ni gentil ni mucho menos compasiva, aún en la Iglesia.

Luego vi una documental sobre Miguel Ángel.  Ellos decían que él podía “ver” dentro de una pieza de mármol. El escogía cada pedazo de piedra apropósito para cada una de sus estatuas porque él podía visualizar la forma en que se transformaría y ver el resultado final de la pieza.

Me hizo pensar en que Dios ve de la misma manera.  Dios esta aún trabajando en mí, El es el Escultor y yo la piedra. El cuidadosamente trabaja cada lado de la piedra  quitando cada parte de orgullo, inestabilidad, y lo hace poco a poco.  Su hermoso trabajo se vuelve cada vez más visible atreves de la piedra que soy yo. Posiblemente recuerdes una calcomanía que se solía poner en los carros “No soy perfecto, solo perdonado”, o has escuchado la frase de “Dios no ha terminado conmigo aún”.  Yo estoy muy lejos de que el Señor termine su trabajo.  

Ni aún el Señor ha terminado con aquella mujer. Dios puede ver la belleza interna.  Al menos ella está dispuesta a dejar todo atrás por el amor de Cristo en su vida.  Luego otro pensamiento vino a mí.  Dios me ha dado el don de discernimiento, pero si no descanso en El y confío que me mostrará día con día como usarlo, me volvería una orgullosa y altiva de igual forma y me creería una buena Cristina, mejor que otros. Yo estaba actuando no mejor que la mujer.  No tengo derecho a juzgar, porque seré juzgada. Ouch? Eso si fue un verdadero jalón de orejas que el Señor me dio.

Pablo en el Capitulo 3:17 de los Colosenses dice – “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”.  Oro para que Cristo me revele la belleza que El ve en esta mujer, para que yo pueda verla  con sus ojos. Eso ayudara a que mi actitud con ella sea más de amigas.

Amado Padre, gracias porque aún no has terminado conmigo.  Gracias por tu sacrificio y perdón, por tu Gracia y Misericordia sobre mí.  Enséñame a diario a ver a los demás a través de tus ojos con compasión y ternura, paciencia y sobre todo con humildad.  Porque todos pecamos, déjame ver lo bueno más que las faltas. Afirma mis pensamientos y corazón en ti, para que pueda ver tu trabajo en mí y en aquellos que me rodean.  Te pido todo esto por el amor de tu amado Hijo Jesucristo.  Amén.