C.- La Culpa
Es necesario hacer énfasis en el arrepentimiento constructivo. ( Leer Hechos 2:36-38),Pedro desaprueba las conductas de sus oyentes. Éstos reconocieron su culpa, se arrepintieron, y eso los llevó a tomar una acción positiva.La culpa verdadera se basa en la violación de las instrucciones divinas y de la verdad de su palabra.
El sentimiento de culpa es una da las emociones más fuertes en la vida de una persona. El sentimiento de culpa es como un cuchillo muy afilado que traspasa nuestra mente causándole heridas durante el día y quitando el sueño durante la noche.
D.- Desánimo
Una de las principales causas del desánimo es el efecto devastador que tiene el fracaso sobre nosotras. Pedro fracasó terriblemente en su papel como un seguidor de Jesús (Lucas 22:54-62) Nos habla cuando Pedro negó tres veces a Jesús. Tenía buenas razones para estar desalentado. Sin embargo Jesús no lo rechazó.
El desánimo nos hace sentir que hemos perdido nuestra posición en el mundo y que no vale la pena seguir adelante. El desanimo trae consigo otras cosas negativas entre las que se puede mencionar
ACTITUD DEFENSIVA / Se adopta una actitud defensiva ante todo. Aísla a la persona. REACCIONES DE AUTO CONDUCTA / Genera ansiedad y sentimientos de inferioridad, debilidad, el ser inadecuados, baja estima, pesimismo e inseguridad. REACCIONES FISICAS / Produce tensiones físicas. Sufre un deterioro en su cuerpo, sus emociones se derrumban. DOLOR MORAL / La reputación y la confianza que otros tienen de nosotras se viene a pique.
E.- Enojo
La Biblia reconoce la existencia del enojo, pero da una serie de advertencias acerca de las consecuencias. Pero la Biblia aconseja resolver pronto el enojo (leer Ef. 4:26), Cuando estamos enojadas, estamos preparadas para actuar contra lo que nos perjudica. En este pasaje, Pablo expresa su preocupación de que el enojo pueda ser expresado en una forma dañina a otros. El enojo puede guiarnos a una conducta pecaminosa, y puede causar daños psicológicos, espirituales y sociales. Tanto a nosotras mismas como a los que nos rodean.
F.- Soledad
A menudo la persona solitaria se siente frustrada e incapaz de iniciar, continuar o experimentar una relación estrecha con alguien. Tienen una autoestima muy baja y limitada.
Poco tiempo después de que Dios creó a Adán, el mismo declaró “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él (Gn.2:18) Adán hablaba con Dios en el paraíso, pero Dios, en su sensibilidad, se dio cuenta de que los humanos necesitan de otras personas para tener una relación buena y satisfactoria a su nivel. En la Biblia se ve el énfasis en la necesidad de tener comunión con Dios y con otros.
H.- Amargura
En sus páginas, la Biblia tiene muchas historias de personas con problemas interpersonales. Justo después de haber pecado contra Dios Adán y Eva experimentaron el descuerdo y la amargura (Gen 3:8-13). El querer ser más importantes que Dios los llevó al fracaso. Las cosas no se ven mejor en el Nuevo testamento. Los discípulos de Jesús estaban discutiendo entre ellos mismos sobre quién sería el más grande en el cielo (leer Lc.22:24). El querer ser más importante es un fuerte sentimiento, y al no logarlo se torna en una vida amargada y llena de odio. Podemos mencionar en ejemplo más, si alguien tuvo razón para sentirse defraudado, frustrado y amargado esa persona fue José (Gen 37,39 y 40) Sin embargo, a pesar de las experiencias de frustración y de injusticas de toda clase José vio el propósito que Dios tenía para él en medio de todos esos disgustos que tuvo para pasar en la vida (leer Gen 50:20-21). El canalizó sus frustraciones en una manera tal que la amargura no tuvo lugar en su vida
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